29.05.2015 13:18 h

Williams, garantía de velocidad para Athletic

En Bilbao ya ven a Williams (izq.) como el heredero del incosmbustible Aduriz. (Foto: Getty)
En Bilbao ya ven a Williams (izq.) como el heredero del incosmbustible Aduriz. (Foto: Getty)

Iñaki Williams llega lanzado: el joven vasco de origen ghanés y liberiano, hace seis meses en el filial del Athletic de Bilbao, será uno de los focos de atención de la final de la Copa del Rey el sábado ante el Barcelona.

Con una velocidad endiablada, alcanza los 35,7 km/h al esprín según el diario Marca, Williams se hizo rápidamente un nombre en la Liga con sus 20 años. En la victoria del Athletic contra el Real Madrid (1-0) en marzo, su gran actuación tanto ofensiva como defensiva le abrió las puertas de la selección sub-21, donde lleva ya dos internacionalidades.

Y todo ello habiendo empezado la temporada con el filial del Athletic en Segunda B, la tercera división española. Pero el segundo equipo vasco se le hacía pequeño a su talento: 13 goles en 18 partidos en otoño antes de ser convocado por primera vez en el primer equipo a principios de diciembre.

"El cambio de Segunda B al alto rendimiento se nota muchísimo", reconoció en marzo sin desánimo. "Trabajo para meter más goles. Si no llegan, bien, con trabajo todo llega". Williams es la gran revelación de la temporada en el Athletic, como reconoció su propio entrenador Ernesto Valverde.

"En poco tiempo Iñaki se ha convertido en un jugador, no digo fundamental porque hay otros, pero en una sorpresa inmensa", dijo el técnico. "Nos da mucha profundidad, mucho trabajo. Puede jugar por dentro como delantero y también en el costado".

El heredero del incosmbustible Aduriz 

Nacido en Bilbao de padre ghanés y madre liberiana y crecido en Pamplona, Williams se ha convertido también en un símbolo de este club donde solo los jugadores nacidos o formados en el País Vasco pueden lucir la camiseta de los "leones". Una política poco habitual que pretende defender el fútbol de base y la formación pero que en ocasiones le valieron al Athletic acusaciones de discriminatorio hasta 2011, cuando el mestizo Jonas Ramalho debutó en el primer equipo.

El estadio de San Mamés rápidamente despejó estas sospechas convirtiendo a Williams en uno de sus jugadores favoritos, coreando su nombre cada vez más a menudo. Marcó su primer gol en febrero en la Liga Europa ante el Torino (2-2), otro hace quince días contra el Elche (3-2) y realizó un pase decisivo contra el Villarreal (4-0) la última semana. Su rendimiento va mejorando antes de la final de la Copa del Rey del sábado.

En Bilbao ya lo ven como el heredero del incosmbustible Aritz Aduriz (34 años), autor de 26 goles esta temporada. "Me halaga y me pone contento", comenta Williams. "Pero todavía queda muy lejos que yo sea el relevo de Aduriz (...) Tengo muchas cosas a mejorar, el juego aéreo por ejemplo".

Eso pinta bien: Williams dice aprender de Aduritz que, hoy por hoy, es uno de los mejores futbolistas españoles en el juego aéreo. Juntos, los dos atacantes esperan hacer vacilar al todo poderoso Barça el sábado en el Camp Nou, para ofrecer al Athletic su primer gran título desde 1984. De eso hace una eternidad, pero con Iñaki Williams todo va más rápido.

afp/livefutbol